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El Circulo Cubano Venezolano cumplió una destacada participación en la primera edición de los Juegos de Asocenca (Asociación de Centros Sociales y Recreativos de Carabobo); al ubicarse en el segundo lugar del medallero final de la justa que se disputó por dos meses con la participación de 12 clubes de la entidad en 9 deportes.

El Círculo Cubano participa con 90 atletas en los I Juegos de la Asociación de Clubes de Carabobo (Asocenca); que se desarrollarán en los clubes de la entidad hasta finales del mes de junio.

El Círculo Cubano Venezolano de Valencia estará participando en las disciplinas de baloncesto; bolas criollas masculino y femenino; natación; tenis de mesa; beach tennis; dominó y crossfit.

La misión de esta casi centena de deportistas es alcalzar los máximos honores en cada una de ella; dado el entusiasmo mostrado por los atletas; manifestó un optimista Oreste Sabina, presidente de este centro social, recreativo y deportivo de la ciudad.

Con grandes proyectos en la parte cultural, deportiva, recreativa y de formación, fueron juramentados la directiva y el comité de damas del Club Cubano en Valencia.

La juramentación estuvo a cargo de Manuel Fajín, presidente de la Asociación de Centros Sociales y Recreativos de Carabobo (Asocenca), en un acto que contó con la presencia de socios, familiares, amigos y diferentes personalidades de la región, entre ellas Monseñor Reinaldo Del Prette y Tomás Izaguirre, exgobernador de Carabobo.

Originalmente su fundación tuvo unas metas bases o principios filosóficos y sociales que los inspiraron, relativos a la razón de ser del cubano y a sus necesidades de supervivencia.

Los cubanos que vivían en esta ciudad de Valencia, mantenían una estrecha relación familiar, se reunían en algunas casas, quizás el lugar que congregaba más asiduamente ese núcleo humano era la casa de Ramón Vila (Mongo para todos). Sus ideas giraban alrededor de un anhelo: disponer de un local donde todos pudieran compartir momentos de añorada y grata recordación. Había factores aglutinantes de gran fuerza cohesiva, uno de ellos era el exilio acompañado de la natural identificación del grupo con un contexto filosófico, moral y social: EL RECHAZO ABSOLUTO DEL REGIMEN QUE IMPERABA E IMPERA EN LA PATRIA DE ORIGEN. Otro factor no menos importante lo constituía la necesidad de mantener y recordar las costumbres y tradiciones, la historia, en fin nuestro origen étnico-social. Las actividades sociales y culturales que se programaren facilitarían esa necesidad, los adultos se pondrían en contacto con su pasado y los jóvenes aprenderían o no olvidarían.