HISTORIA

Corrían los años de 1970-71 en la casa de Mongo Vila, en la calle Rocío, se reunieron un grupo de cubanos que venían celebrando diversos encuentros en los Salesianos, y en otras casas, para darle forma a un anhelado deseo, redactar y firmar la primera acta constitutiva del grupo social que se integraba bajo el nombre de Círculo Cubano Venezolano con sede en Valencia, los firmantes  fueron: Carmelina Jaramillo, Ramón Vila, Evelio Oliva (+), Gilberto Fondón, Ángel Reyes (+), Jesús Jaramillo, José Miraz, Marcos Ruiz, Rolando González, avalaban el documento. Nombraron como Presidente al Dr. Ángel Reyes Vidal. Se dieron a la tarea de buscar un local; encontrando en Los Arales, San Diego, una pequeña casa que podía adaptarse a los nacientes sueños. Acogedora, de imborrables recuerdos. Se le hicieron algunas modificaciones; allí encontraron los entonces niños (Chucho, Mario, Ramón, Marichi, José, Solange, Nanny, Yadira, y Juan Carlos entre otros) salida a sus travesuras, en una competencia de creatividad.

La casa estaba situada cerca de la cigarrería Bigott tomó vida, se llenó con la frescura de los niños, con la alegría de los adultos que veían sus sueños cobrar forma; se convirtió en el sitio obligado de reuniones. La instalación oficial del Círculo en Los Arales fue el 20de Junio de1971. A las doce del día se celebró una misa con el Padre Hernández, sacerdote cubano de la Congregación Salesiana, solidario activo y entusiasta de la empresa. Más tarde hubo un brindis después de las palabras del orador de orden, Sr. Oswaldo Márvez. Posteriormente se sirvió un almuerzo criollo.

A  la chiquillería se les ofreció una piñata y obsequios. A las 4 pmcomenzó la fiesta bailable amenizada por los Chile-Cubanos (Mario y Elsa) y con los Supremos; Edgar Gurmeite nos deleitó con bellas canciones.

Los años siguientes fueron de continua actividad, inspirada para una meta, conseguir la sede propia. De ese modo se sucedían las verbenas, almuerzos y actividades conducentes a la recaudación de fondos. Se instituyó una simpática costumbre que aún continúa practicándose, -las señoras socias del Círculo donaban las comidas para las verbenas y festejos internos, y luego la compraban.

Las colaboraciones efectivas de los socios fundadores, hicieron posible la compra del terreno, sobre el cual se construyó esta sede. Los préstamos hechos por 21 socios, por un monto de Bs. 117.000, sin interés ni límite de pago (ver anexo A 5) para la compra del terreno y el inicio de la construcción son pruebas del desinterés y la solidaridad que caracteriza nuestro grupo social.

En el año de 1974 se adquirieron los terrenos de Mañongo a la sucesoria SosséMartinez, unos 10.947 m2 a razón de Bs. 13.70 el m2 con un costo total de Bs. 116.492,57; se colocó la primera piedra siendo presidente el Sr. Pablo Corzo Izaguirre.

En el año de 1976 se inicia la construcción de esta sede, bajo la dirección del contratista Juan Miranda, realizada en base a los planos del Arquitecto Raúl Gámez. El proyecto original consistía en el galpón y un primer nivel para el funcionamiento de las oficinas.

Los fondos se agotaban y se requerían recursos para cancelar el terreno y continuar la construcción, por ello debería solicitarse un préstamo bancario, como garantía, deberían realizarse algunas tareas conducentes al éxito del empeño; se revalorizó el terreno a razón de Bs. 24.25 m2., se emitieron tres series de acciones denominadas A: 150 a Bs. 100 c/u; B: 100 a Bs. 1.500 c/u; C: 100 a Bs. 3.000 c/u. Se llegó a un cupo de 350 socios a los cuales se les solicitó una cuota extraordinaria de Bs. 1.000 de esa manera se incrementó el capital que permitiría solicitar el crédito o préstamo al Banco Hipotecario Unido, Bs. 450.000 al 10,5% anual pagaderos en 15 años. Solamente la tenacidad, el empeño y la dedicación de los que se dieron a la tarea de conseguir los recursos y lograr la materialización del sueño que los impulsaba, lograron vencer los obstáculos económicos. Y esta patria generosa nos dio la oportunidad de realizar ese deseo por todos compartido. Seis palmeras en el Rincón Patrio simbolizan las seis provincias de Cuba, rodeando los bustos de Bolívar y Martí forman un conjunto lleno de símbolos patrios.

En relación con la adquisición de los bustos, debe relatarse una bonita anécdota. Los entonces directivos, rubio Castillo y Reyes visitaron en Caracas a un artesano que fabrica bustos, le contaron de las dificultades económicas por las que atravesaba el naciente Club, los recursos limitados que tenían, el señor se solidarizó con la obra y regaló los bustos.

Angustias, alegrías, y también tristezas se mezclaban en este quehacer  humano; unos nos abandonaron marchándose a la Patria sin retorno, pero la vida continúa inexorablemente en su constante movimiento y evolución, con nuevas exigencias, necesarias adaptaciones, y continuas modificaciones, de estas realidades no podía escaparse el Club, las remodelaciones, adaptaciones y reparaciones se hacen necesarias en cada período. De esta etapa se encarga el Arquitecto Oscar Morse cuyos proyectos al respecto se materializan, y así desde la construcción de la ermita, la pérgola, parrilleras, kioscos, áreas inmediatas a la piscina, la portería y el techo del corredor de entrada entre otras son obras que evidencian en continuo afán de procurar mejoras en beneficio de todos.

Una mención especial debe hacerse al Comité de Damas que con su incesante labor hace posible la realización de muchas de las obras que se efectúan y de fiestas ofrecidas a la colectividad y asociados.

Aún no se ha terminado, hay mucho por hacer, todos colaborando, con desinterés, sin mezquindades ni egoísmos que deterioran tanto la imagen del hombre superior. Socios con sobrados méritos, honestos desinteresados y respetuosos, creativos y dispuestos a hacer suyos el emblema del escudo cubano que reza: CON TODOS Y PARA EL BIEN DE TODOS, harán posible en el tiempo la proyección trascedente de este Círculo Cubano Venezolano, que muchos amamos desde sus cimientos.

 

Dra. Solangel de Reyes

Recuerdo del XVIII Aniversario, Celebrado en el C.C.V. El 10 de Dic. De 1989

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